SLR – Capítulo 456
Hermana, en esta vida seré la reina
Capítulo 456: Espinas lanzadas alrededor de la mesa redonda
Césare se apresuró a bajar la mirada. Como esperaba, recibió la atención simultánea de Alfonso y León III tras la intervención de Julia Helena. Uno de ellos parecía querer masticar y comerse a Césare; la otra parecía lleno de sospecha e ira.
Isabella se mordió el labio. Puede que los demás no supieran la respuesta a las preguntas de Julia Helena, mientras que ella las conocía demasiado bien. Sabía perfectamente cómo la miraban los hombres como para fingir que habían cambiado. No había sentido ni una sola vez aquella atención que le erizaba la piel durante la comida, lo que significaba que Césare seguía deseando a Ariadne, y sólo a Ariadne, con ardiente pasión.
Estaba desmenuzando el pobre pescado de su plato con las pestañas bajas. Por suerte, justo en ese momento sacaron el siguiente plato.
—¡Faisanes jóvenes, rebozados en harina y fritos!
Los sirvientes, vestidos de etiqueta y de color amarillo, entraron todos a la vez empujando carritos. Colocaron los platos delante de los invitados y retiraron las tapas con elaboradas florituras.
—¡Vaya! —exclamó Julia Helena. A pesar de la explicación del criado, lo que había bajo la tapa no era un ave frita, sino un pastelito con forma de corona de monarca. Sin embargo, eso no era lo importante.
—¡Es tan hermoso!
La duquesa sonrió orgullosa ante su adorable grito de alegría. Se trataba de una especialidad etrusca y, por tanto, seguramente desconocida para la invitada de Latgallin.
—Para crear este plato, se coloca un faisán joven dentro de una caja en forma de corona formada por una masa a base de trigo. Luego se fríen juntos —explicó triunfante. En la corona se incrustan frutas confitadas de varios colores en lugar de joyas. Parecían auténticas y la envoltura de hojaldre también era bastante elaborada. La masa se había enrollado y frito hasta que adquiría un color dorado. El conjunto parecía realmente una corona real.
N/T: por si había poco relleno en los capítulos llega el arco de top chef, pasen y vean mis queridos lectores chismosos 🙄🫶
—¡Parece demasiado bonito para comérselo! —dijo Julia Helena con admiración. Se volvió para mirar a Césare, que estaba a su lado—. ¿Cómo se come esto…?
Empezó a hacer la pregunta sin pensárselo mucho, pero se estremeció y se detuvo. Aunque antes había hablado con él sin vacilar, su pregunta más reciente había sido ignorada, y no tenía valor para volver a ser tan atrevida.
—Utiliza el martillito que hay al lado para romperlo —respondió Rubina en su lugar, incapaz de soportarlo. Dio una patada a la espinilla de su hijo por debajo de la mesa. Él había permanecido en silencio como si su alma le hubiera abandonado el cuerpo, pero ahora levantó la cabeza, sobresaltado, y cogió el martillo de mala gana cuando vio la forma en que ella le fulminaba con la mirada.
Cuando él inclinó su cuerpo hacia Julia Helena para ayudarla con la comida, ella tuvo una visión completa de su rostro. La suave línea de su mandíbula, su afilada nariz, sus profundos ojos azul océano... el ánimo de la joven volvió a levantarse de inmediato.
—¿Entonces lo rompemos? ¿Y si hay migas? ¿Podemos comernos también las migas? —parloteó entusiasmada a Césare, que no respondía. Él frunció los labios y levantó el martillo para romper la cáscara de hojaldre que envolvía al faisán.
¡Pow!
El ave bien cocida y dorada que había dentro se reveló como un regalo.
—¡Vaya! —exclamó Julia Helena una vez más, y Césare sonrió débilmente. Era porque estaba contento de haber roto la cáscara en un solo intento, pero a los demás no les pareció así.
Ariadne sintió la turbación de Alfonso como una punzada en la piel. Rezó: ‘Sí, que los dos sean felices juntos. Quiero decir, no quiero que se convierta en una rival política de Alfonso como resultado de su matrimonio con Césare, pero a pesar de todo, por favor, que él consiga una nueva mujer, o un nuevo hombre, lo que sea, para que finalmente deje de prestarme atención.’
N/T: sí, Ariadne cada vez más humilde tú…. Ya me está hartando que crea que todo el mundo está obsesionado con ella, no mamita, no eres Mariah Carrey y Césare Eminem 🤷
Isabella, por su parte, se mordía el interior de la boca mientras miraba. ‘Ese asiento debería haber sido mío. Esa niña no merece sentarse ahí y que él la atienda así.’
Recordó el día en que Césare la había ridiculizado, declarando que nunca se casaría con ella. Sus sueños de convertirse en duquesa Pisano se habían roto en mil pedazos aquel día. Su actitud cruel y su voz resonaron en sus oídos, y sintió el sabor de la sangre.
Una vez que Césare había roto la cáscara del pastel de Julia Helena para ella, Alfonso también tomó el martillo de Ariadne. ¡Pum! Su cáscara se hizo añicos con un enorme ruido, ya fuera porque él era más fuerte o porque su pastel estaba más cocido.
N/T: les dejo una demostración de cómo me imaginé este momento. Es gracioso porque lo vi un día antes de estar corrigiendo este capítulo xD
Él se sintió avergonzado, mientras que ella soltó una carcajada tranquila.
—¡Pfff!
Le dio un codazo en el pie por debajo de la mesa; ella agachó la cabeza para ocultar su sonrisa.
León III tosió con fuerza, molesto por sus risitas.
—¡Hem, hem!
Alfonso levantó la cabeza para fulminar con la mirada a su padre en cuanto percibió la desaprobación. Parecía dispuesto a atacar en cuanto su padre dijera una sola palabra desagradable; sus ojos estaban llenos de terquedad. León III vio que estaba en desventaja y decidió detenerse ante la tos fingida.
Mientras tanto, Césare miraba de reojo a Ariadne. Pudo ver su atractiva melena oscura y la mitad superior de su cuerpo, que estaba completamente girado en dirección a Alfonso. La nuca podía verse extendida bajo los mechones negros en su semirrecogido en forma de nube.
Tragó saliva a su pesar. Quería atreverse a mirar de frente a Ariadne. Quería mirarla, cruzar miradas con ella y preguntarle si lo amaba, aunque sabía que ella respondería negativamente.
Mientras Césare sufría, el humor de Isabella se deterioraba doblemente al ver a la feliz pareja. ‘¿Él también es fuerte?’ La poderosa forma en que Alfonso había roto el cascarón la había provocado. Una simple niña le había robado a su duque, ¡y aquí estaba su hermana de baja cuna, que ni siquiera era tan guapa como ella, siendo servida por un príncipe!
Un poco de celos que no consiguió ocultar se abrió paso entre sus labios.
—Condesa de Mare —aventuró con una sonrisa torcida.
Ariadne la miró.
—Tratas muy bien a los hombres.
La observación tenía varias implicaciones.
‘¿Significa eso que no trata bien a las mujeres?’, se preguntó Julia Helena. Ahora que había oído eso, se dio cuenta de que la Condesa de Mare tenía una buena figura y un cierto atractivo erótico.
‘Sí que parece que encaja en esa descripción…’ estaba atrapada en la confusión entre la parcialidad y su propio juicio.
Antes, Isabella había llamado “Ari” a Ariadne como si fueran mejores amigas y había salido derrotada. Esta vez, había iniciado la conversación utilizando su título oficial. ‘Soy condesa y ella también lo es. No hay razón para que no pueda hablar con ella primero.’
N/T: recuerden que en la aristocracia quien primero tiene que entablar conversación es la persona de mayor rango. Ari no recibió el título oficial de principessa. Así que Isabella puede hablarle cuanto quiera.
Había considerado la posibilidad de que el príncipe Alfonso la amonestara airadamente para que concediera a la principessa el respeto que se merecía, pero había alguien en quien podía confiar en su mesa: León III. No había reconocido a Ariadne como su nuera, e incluso hoy la trataba como a una conde que resultaba ser la pareja de su hijo.
‘Digamos por el bien del argumento que Ariadne es la esposa del príncipe independientemente del permiso de Su Majestad. Aun así, el título de principessa se lo tiene que otorgar el rey’. En otras palabras, tenían el mismo rango, y la lógica -y no la contundencia del príncipe- dictaba que Isabella ocupaba actualmente la posición dominante. Ariadne no podía ignorarla ahora.
La situación puso nerviosa también a Julia Helena. Ariadne, por su parte, se enderezó y giró la cabeza con altivez.
—¿Qué quiere decir, condesa Contarini?
—Me refiero a que su matrimonio parece tan feliz —respondió Isabella con una sonrisa, inventándoselo sobre la marcha—. Dicen que cuanto mejor trate una mujer a su hombre, más la querrá él. Es obvio lo querida que es usted; el príncipe le abrió el pastel él mismo. Su actitud cariñosa me dice que es buena con él.
El rostro de Rubina se tornó amenazador: León III no había roto la cáscara de su pastel por ella, pero eso era un tema aparte.
—... Sin embargo, no basta con ser buena con tu hombre. Lo que realmente importa es ser buena con los mayores —Isabella sonrió a León III—. Deberías escuchar lo que tienen que decir. ¿No es así, Majestad?
León III se echó a reír; no estaba seguro de por qué ella hacía eso de repente, pero su humor había mejorado a pesar de todo. Rubina, por su parte, la miró desconcertada.
‘¿Qué? Tú, ¿escuchas a tus mayores?’
Isabella ignoró la mirada y continuó.
—Condesa de Mare, ¿en serio planea mudarse al palacio del príncipe sin siquiera obtener el permiso de Su Majestad para casarse?
Los demás la miraron, bastante sorprendidos de que el tema se abordara explícitamente en la mesa; incluso León III estaba entre ellos. Sin embargo, Isabella pensó que había jugado una carta fuerte. Ariadne se encontraría en una situación difícil respondiera lo que respondiera. Si declaraba que seguiría con su plan de mudarse, sería una mujer grosera y desobediente con el rey, y una que tampoco había sido reconocida como su nuera. Y -aunque no había ninguna posibilidad- si decía que había decidido no mudarse por deferencia al rey, eso también sería divertido. Teniendo en cuenta lo testarudo que parecía ser el príncipe, lo más probable era que Ariadne y él tuvieran una gran discusión al llegar a casa.
—Un buen aristócrata -no, un buen hijo- escucha a su padre —le aconsejó Isabella con una sonrisa.
—No creo que tenga lugar para decir eso, Condesa Contarini.
—¿Perdón?
‘Buen trabajo’, se alegró Rubina para sus adentros.
—Si fueras obediente con tu propio padre, estarías en el convento de Sant'Angelo en este mismo momento.
El rostro de Isabella se arrugó, al igual que el de León III por un segundo cuando recordó por qué Isabella había estado allí anteriormente. Lanzó una rápida mirada a Césare, que pinchaba un trozo de pastel con el tenedor con semblante cadavérico. Isabella le había costado más que cualquier otra mujer con la que se hubiera acostado.
Julia Helena sólo pudo mirar a su alrededor. Estaba desconcertada por la mención del convento.
Ariadne sonrió radiante a Isabella.
—Eres un ejemplo de persona que triunfó en la vida por no escuchar a tus mayores.
Isabella se volvió hacia León III, con la intención de replicar: “¡Pero yo siempre soy muy obediente con mis mayores!”, sin embargo el rey miró hacia otro lado con expresión amarga.
‘Maldita sea’. La irritación surgió en su interior. ¿Por qué de repente se mostraba tan escurridizo si desde el principio sabía que estaba casada? ¿Cómo es que para ella estaba bien salir del pasadizo secreto, pero no lo estaba haber estado en un convento? No era un cordero inocente.
Aun así, no podía echarse atrás ahora que había jugado su carta. Ignoró la respuesta de Ariadne y fue directa al grano.
—He oído que has estado vacilando sin siquiera considerar la compra de una nueva casa —dijo, levantando el rostro para mirar directamente a su hermana—. ¿De verdad pretendes despreciar los sentimientos de Su Majestad el Rey y abrirte paso a trompicones hasta el palacio del príncipe?
—Veo que ya te has convertido en confidente de Su Majestad —replicó Ariadne de inmediato, echando un vistazo a la duquesa Rubina al hacerlo. Se preguntaba en silencio si toda esta intromisión de Isabella se estaba produciendo con el permiso de la duquesa—. La duquesa no me dijo nada en ese sentido.
A Rubina le molestaba que la arrastraran tan bruscamente por los pelos a esta pelea entre hermanas.
—¿Cómo podría adivinar las intenciones de Su Majestad? —replicó, medio irritada y medio molesta.
León III había permanecido en completo silencio. Podía ver las chispas de ira entre Ariadne e Isabella, y también sabía que Rubina estaba muy disgustada por la presencia de Isabella, pero las mujeres debían ocuparse de sus propios asuntos. Además, tenía la vaga sensación, basándose en el carácter impetuoso de Alfonso, de que su hijo trasladaría a Ariadne a palacio, con permiso o sin él. Puesto que iba a ocurrir de todos modos, no quería asociarlo a su autoridad o a la falta de ella. Había algo más que esperaba sacar de su conflicto con Alfonso.
De todos modos, no era su estilo criticar abiertamente, salvo las veces que gritaba cuando se enfurecía. Su objetivo en esta reunión había sido presionar a Alfonso de forma indirecta, no pelearse a gritos con su hijo a la vista de todos. Era mejor no empezar una pelea que no pudiera ganar.
—Eso también es un signo de deslealtad y arrogancia.
Las intenciones del rey eran realmente demasiado complejas para discernirlas con precisión, y esta admonición de Rubina hizo que Isabella se diera cuenta de que no obtendría el refuerzo que había esperado. Rápidamente tomó una táctica diferente una vez que quedó claro que León III no la protegería.
—Estoy muy preocupada porque el nuevo cardenal será instalado pronto.
Las intenciones del rey se habían transformado de alguna manera en sus preocupaciones personales.
—Una vez que Su Eminencia llegue, la mansión de Mare deberá ser desocupada.
—Gracias por preocuparse por mi morada, condesa Contarini —espetó Ariadne—. He oído que pronto saldrá a subasta una bonita mansión en la capital. Estoy pensando en visitarla.
Tenía una sonrisa torcida en los labios. La “bonita mansión de la capital” se refería, por supuesto, a la mansión Contarini. Isabella la fulminó con la mirada.
—Sí, la mansión Contarini. Va a ser subastada en un futuro próximo —No había querido contribuir a la conversación sobre sus propios sentimientos, pero ahora que el tema había cambiado, podía permitirse prestarle un poco de apoyo—. Me ofrecí a intervenir para evitarlo, pero la condesa Contarini dijo que no.
También quiso presumir ante todos los allí reunidos. Señaló a Isabella y dijo—: Podría haber abusado de su posición como alguien que cuenta con el favor del rey, y sin embargo rechazó mi oferta en aras de mantener la ley y el orden en este país. Es una verdadera mujer de virtudes, algo poco frecuente en estos tiempos. ¿No crees?
‘¡Así es, mis hijos, mi antigua esposa, y la arrogante mujer que se atrevió a rechazar al rey! ¡Mírenme y desesperen! ¡Hay alguien que se preocupa tanto por mí!’
—Así que, Condesa, en lugar de causar problemas a un hombre con su obstinación...
—¡Pff!
Rubina soltó una carcajada, incapaz de contenerla. León III se volvió hacia ella incrédulo; ella se abanicó la cara con una mano para refrescarse.
—Pido disculpas por interrumpir mientras hablaba, Majestad —respondió sin poder ocultar su alegría. Aún sonreía cuando añadió—: Sí, una mujer que no cuesta nada mantener es algo muy agradable.
Está cena familiar es ardiente! Me encanta muchas gracias! 🤗🤗🤗🤗
ResponderBorrarCesare es un ser humano que está obsesionado con Alfonso y se siente inferior a él y su obsesión con Ari viene de ese complejo de inferioridad y el hecho de que recibió su ayuda en la época de la invasión de Gallico, ahí la considero útil, p sea alguien que haga el trabajo sucio mientras el vive su libertinaje libremente. Ari no se dado cuenta de que él es una copia de su padre y es más repugnante. Muchas gracias por el capítulo, si las cosas siguen avanzando así, Ari será el objeto de obsesión de Cesare en esta vida y si se concreta el compromiso con Julia Helena, ella tomará el destino de Ari en su vida pasada, siento lástima y curiosidad de su carácter, aunque es inocente no siento que sea dócil como fue Ari en su vida pasada, también está el hecho de que es hija de un país, todo lo que le suceda mientras está en san Carlo no pasará desapercibido. Muchas gracias!🌹🌹🌹🌹🌹🌹
ResponderBorrarRubina puede odiar a ambas, pero Isabella la está desvancando y su posición peligra. Su herramienta es su hijo, así que lo usará para poner su sangre en el trono, siento que si caída será estrambótica. Gracias!!!
ResponderBorrarMe encanta!!!♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️
ResponderBorrarMe encanta como él autor está insinuando lo que se avecina. Gracias por subir esta increíble historia!🌹🌹🌹🌹🌹
ResponderBorrarEn casa acción se develando como será la caída del viejo rey y de cómo las tres sanguijuelas caerán con él. Simplemente me encanta! Gracias.!
ResponderBorrarIsabella tiene un fuerte deseo exhibicionista pero quiere parecer pura, me encanta que en esta vida no puede controlarse, aunque ella pueda crear ambientes que le favorecen, las cosas nunca salen como ella espera. Y eso es genial ella va a aumentar el karma del rey y los están enchufados a él. Así que esperaré pacientemente su caída, pienso que será lenta pero segura. Lo que me preocupa como quedará el reino y que A&A, tendrán que mucho trabajo, pero es necesario que establezca una nueva era y creen una facción y depuren la sociedad noble, pienso que el gobierno de León III a creado muchos enemigos, por eso Gallico se movía con impunidad ya que es un monarca egoísta e inútil. Gracias!
ResponderBorrarIsabella cree que es superior a Ari, sólo porque Lucrecia era noble, pero era de bajo rango y porque fue criada como si fuera una noble. Ella es simplemente patética sólo tiene su amada belleza y su carta de víctima, pero sólo depende del hombres. En cambio Ari es una mujer inteligente que se a hecho así misma. Muchas gracias.
ResponderBorrarMe encanta el título es verdadero campo de batalla! Gracias!!!!🤗🤗🤗🤗
ResponderBorrarEn esta vida Ari a reemplazado a Isabella como objeto de valor que obsesiona a Cesare. Es preocupante, él tiene pensamientos delirantes con el cuerpo de ella. Temo que intenté hacer algo, se que tiene a Alfonso, deseo que le dé su merecido a ese pelirrojo. Gracias.
ResponderBorrarRubina está orgullosa y haciendo alarde. Tengo curiosidad como se estará desarrollando la historia. Muchas gracias.
ResponderBorrarAy.. sería más divertido si se agarraran todos contra todos xd apostaría a que gana Césare, con ese cuerpo esquelético de un golpe se los quiebra a todos jsjsjsj
ResponderBorrarJajajaja. Me encantaría verlo. Cesare y Isabella siempre han ostentado el título de ser hermosos pero por dentro están podridos, crecieron con privilegios, ambos son hijos ilegítimos bien criados y favorecidos, creen que merecen todo sin esforzarse, también tienen un fuerte deseo exhibicionista y no pueden controlar sus impulsos de pasar por encima de los demás. En su vida pasada ambos utilizaron a Ari descaradamente. Tengo mucha curiosidad de cuanto duró su reinado en su vida pasada, Isabella dió la orden a Agosto para asesinar a Ari, pienso que el utilizó su muerte para la regresión de ambos, también algo que me tiene pensando es el acto de Agosto, o sea el violó a Isabella, creo que ese acto fue el proceso para unir su alma con su yo pasado. O sea que ambos actos fueron rituales. Ya que él es un chamán de Anhara. Por eso siempre e pensado que Isabella es una herramienta para él y sólo estará a su lado para lograr su objetivo que no pudo cumplir en su vida pasada. Sólo se que él es oscuro y a empujado a Isabella al poder (león III), siento que que avecinan muchas situaciones inquietantes. Saludos felices fiestas 🥳🥳🥳
BorrarJulia Helena fue elegida en esta vida para ser la esposa de Alfonso, cómo Isabella en su vida pasada pero Alfonso no va a renunciar a Ari, entonces será que Cesare reemplaza el destino de Alfonso. Y Julia Helena reemplaza el destino de Ari. Pienso esto, por lo siguiente Lucrecia se mantuvo con vida después de la muerte de Ari y Rubina murió después de la muerte de la Reina Margarita en la vida pasada. Sería interesante ver qué sucede, siento que poco a poco Ari irá sanando, aumentará su deseo de vivir, ya que él día del juicio es algo que la atormenta, pienso que Alfonso resolverá todos los obstáculos para su ascenso, Ari no sólo es su amada esposa, es su socia y musa en está vida. Gracias!!!! Felices fiestas!!!
ResponderBorrarGracias por el capitulo
ResponderBorrarJajajaj ame tu referencia de como le ayudó Alfonso a la Ari para abrir su pastelito xd pro cierto gracias por el capítulo
ResponderBorrarAlfonso tiene la fuerza de Thor, mientras Cesar tiene la fuerza de Kick as antes del entrenamiento con Hit girl 😁😅😂
BorrarSiiiiiiiiiiiiii. Me encanta, siento que es una referencia como aplastaran a león III.
BorrarRubina te amé (pero solo aquí)
ResponderBorrarSe que Ari parecerá presumida pero es que en su caso, Cesare si está obsesionado con ella peor que Eminem con Mariah XD
ResponderBorrarMuchas, muchas gracias por subir esta increíble historia y sus ilustraciones. Me encanta Ari parece una Reina y Alfonso, parece estuvieran derrocando a Leo3. Está ilustración envía varias pistas para el futuro. 🌹❤️🌹❤️🌹🌹❤️🌹🌹❤️❤️❤️🌹❤️🌹🌹🌹
ResponderBorrarAwwwwww. Esa imagen de Arifonso es tan hermosa!!! Graciaaaaaaaasssssss!!! 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
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