SLR – Capítulo 246

 Hermana, en esta vida seré la reina 

Capítulo 246: Salón de los Dioses

Una fina luna creciente, apenas visible, flotaba sobre el cielo nublado, y la sombría cima de la montaña se alzaba en lo alto. Un cúmulo brumoso rodeaba la montaña, parecía niebla o algún tipo de alfombra nubosa.

Y las sombras subían por la alfombra nublada hasta la cima de la montaña. Innumerables líneas se dirigían hacia la cima de la montaña. Algunas se deslizaban por la alfombra, pero la mayoría caminaba bajo la nube.

Pero eligieran la ruta que eligieran, su destino era el mismo.

—Todavía tenemos algo de tiempo hasta el acto de inauguración, ¿verdad?

—El acto de clausura debe completarse antes de que salga la luna. ¿Por qué llega todo el mundo tan tarde?

Los madrugadores que esperaban el acto de apertura charlaban sobre sí mismos.

—¿Tienes algún rumor entretenido que compartir?

—¡La peste negra en Gallico, por supuesto! Todo el mundo habla de ello.

—Ah, sí. Alguien en el Reino Etrusco retrocedió en el tiempo, ¿tengo razón?

La conferencia no podía iniciarse hasta que todos los participantes estuvieran presentes. Los madrugadores que llegaron a pie tenían que matar el tiempo hasta que llegaron todos. Y su conversación giró naturalmente en torno a los temas más candentes.

—¿Pero quién demonios le permitió retroceder en el tiempo?

—Hace más de 1.000 años que nadie en el continente central retrocede en el tiempo.

—¡Alguien rompió las reglas!

—¡No podemos dejar que quienquiera que sea se salga con la suya!

Ni siquiera los más madrugadores pudieron llegar a una conclusión.

Mientras su pelea se hacía más feroz, un espectador intervino desde un lateral.

—¿Por qué llamas a eso saltarse las normas?

Una voz aguda refutó—: Oye, ¿te pones de parte de tu grupo?

—¿"Mi grupo"? Cuidado con lo que dices. Eso te hace estar del lado del Reino Gallico!

—Me uní hace 1.000 años. ¿Qué tiene que ver Gallico conmigo? Me encanta la gente de allí, ¡pero eso es todo!

—La gente de allí, suenas como ellos.

—Pequeña ignorante. ¿Cómo te atreves a portarte mal en la sagrada sala de conferencias? ¡Cuida lo que dices!

—Puede que haya sonado grosero. Pero dije lo correcto. Se rompió la regla.

Como el aire en la sala se enardecía, algunos intentaron detenerlos.

—¡Quietos! ¡Vamos a discutir la agenda en la reunión de todos modos! ¡Dejad de discutir!

—De todas formas, que nos peleemos no servirá de nada. Lo decidirán nuestros superiores. Ah, bueno. Que peleen todo lo que quieran.

Los participantes mostraron diversas reacciones: enfado, defensa, burla, etc.

Y finalmente, la conferencia comenzó.

—¡Anuncio la apertura de la 1127ª ronda de la 25ª conferencia de media vida para Aperta Oculus!

N/T oculus: etimológicamente viene del latín y significa "ojo".

Las voces bulliciosas se acallaron al instante.

La gigantesca sala de conferencias de mármol blanco estaba dividida en dos plantas. El discurso de apertura lo pronunció una sombra en el piso superior. Tras el comentario inicial, agitó sus alas blancas y prosiguió con el primer orden del día.

—¡El primer artículo será traído!

Las orden del día tratada en la introducción de la conferencia no era nada nuevo. Se debatieron informes sobre el reclutamiento de nuevos miembros, el estado de la demanda y la oferta de almas, el seguimiento del estado de la rueda de la vida y otros asuntos generales.

La conferencia fue prácticamente un aburrimiento hasta que por fin se planteó el incidente candente que acaparó la atención de los participantes.

—¡El quinto tema de la agenda será introducido! ¡Discutiremos el tema de la plaga negra que azota todo el continente central!

Tras comunicar el título del punto del orden del día, se anunció el problema.

—Según el "destino determinado", la peste negra debería haber azotado la zona sur del continente central y haberse extendido por la península etrusca y las islas costeras antes de llegar a su fin. Pero se extendió inesperadamente por las zonas central y septentrional del continente y no conoce fronteras.

Incluso antes de que terminara el anuncio del orden del día desde la planta superior, resonaron voces de queja en toda la planta inferior.

—¡No fue inesperado! ¡Todo se debe a la chica que retrocedió en el tiempo!

—¡Castigadla! ¿Sabéis cuánta gente del norte del continente central fue sacrificada por su culpa? Ella y los administradores que no lograron detener el caos deben pagar por lo que hicieron!

Los dioses asentados en el Reino Gallico estaban especialmente furiosos. Pero otros asentados en otras zonas con mayoría afín al Imperio Moro se mostraron indiferentes o un poco divertidos, mientras que los dioses procedentes de Etrusco fueron firmes defensores de la chica regresora. Y algunos simplemente respaldaron la política.

—¡Normalmente, la historia no cambia por culpa de un simple ser humano! ¿Cómo puede el Grupo de los Treinta (G30) estar al tanto de todo?

—Un castigo sólo puede ser sentenciado después del "Juicio", midiendo sus buenas y malas acciones. ¡No ha llegado el momento del juicio para la muchacha!

—¡Aún no podemos participar! No estamos cualificados.

Desde el piso inferior se expresaron diversas opiniones. Pero la organización que tomaba las decisiones en última instancia era el G30.

—Tsk. Ni siquiera tienen sufragio, pero nunca se callan —cubierto de fuego abrasador, el Dios de la Guerra chasqueó la lengua, contrariado.

—Deberías respetar las opiniones de los demás. Siempre podrías cambiar de lugar con los de abajo —sermoneó un erudito vestido con una toga blanca.

—Por supuesto, profesor —replicó sarcásticamente el Dios de la Guerra.

Un gigante de manos callosas había sido un mero espectador, pero ahora hizo una sugerencia mientras escudriñaba a los asistentes. 

—En principio, no se nos permite involucrarnos hasta que llegue el momento del "Juicio", pero parece que la zona norte del continente central ha sufrido grandes daños.

Ante eso, el Dios de la Guerra refunfuñó—: ¿Qué quieres decir? ¿Debemos involucrarnos o no?

—¿Qué tal si salvamos algunas vidas que influirán decisivamente en el Destino Determinado?

Pero algunos se opusieron a la idea. Una joven con armadura frunció el ceño y señaló.

—Si manipulamos artificialmente el destino, tendremos que renunciar a algunas vidas a cambio.

Ante eso, el gigante replicó—: Pero el sacrificio para algunos es inevitable.

Otros coincidieron.

—Es la providencia de la madre naturaleza.

Se plantearon otras opiniones también.

—Si se producen sacrificios, ¿los catalogaremos entonces como malas acciones de la chica?

El erudito replicó—: Pero nosotros somos los implicados. ¿No es un poco injusto trasladarle la responsabilidad a ella?

El temperamento de la joven con armadura se encendió y refutó—: Bueno, es un hecho que ella es parcialmente responsable. Si ella no hubiera propagado la enfermedad, ¡esto nunca habría ocurrido!

Un joven con alas negras se sentó en la mesa redonda como cualquier otro participante, pero se notaba que era el jefe del grupo. Entrelazó sus dedos, lo que llamó la atención de todos. El joven de alas negras había permanecido en silencio durante toda la reunión de hoy y resumió la situación con una sola frase.

—Prometeo, por favor, determina a quién salvar y a quién sacrificar y cómo eso influirá en las buenas y malas acciones de la chica.

N/T Prometeo: Titán amigo de los mortales, a quien se le atribuye la llegada del fuego al ser humano, por esa razón Zeus le castigó durante toda la eternidad con un anillo atado a una roca, cada día un ave devora su hígado que se regenera por las noches por lo que no puede fallecer. Representa el valor y la inteligencia.

El gigante se inclinó ante el joven al mando. 

—Sí, señor.

Esta vez, el joven del asiento superior miró al niño de las alas blancas. El niño había sido el encargado de hacer avanzar los temas de la agenda.

—Por favor, anuncie la conclusión tal cual.

—Sí, señor.

El niño de las alas blancas transmitió la conclusión del quinto tema de la agenda determinada por el joven jefe.

—Así que... ¡Se ha llegado a la conclusión de que se protegerá a unos pocos mortales del norte del continente central mientras se deja intacta a la chica que retornó!

Pero los dioses afincados en Gallico se opusieron ferozmente a la decisión desde la planta baja.

—¡Eso significa que deberíamos aguantarnos!

—¿De qué nos servirá eso?

—¡Algunos dicen que la forma en que la chica fue retornada en el tiempo fue injustificable! ¡Hay que investigarlo!

Mientras los asistentes expresaban ferozmente sus quejas, el niño de las alas blancas se volvió para mirar al joven al mando con rostro preocupado. El hombre de las alas negras señaló al cielo. Ya había amanecido y la luna creciente estaba a punto de salir.

El niño de las alas blancas volvió a encararse con los asistentes. 

—¡Nuestras discusiones continuarán en el orden del día de la próxima conferencia! —el niño agitó las alas y gritó—: ¡Se acerca la hora de cerrar! Es hora de que todos se dispersen.

La luna estaba a punto de salir, y tenían que irse ya. Por muy insatisfechos que estuvieran, no podían renunciar a la preciada vida eterna.

Las quejas de los participantes se apaciguaron rápidamente y se marcharon en pequeños grupos. Tenían todo el tiempo del mundo. Podrían expresar sus quejas en la siguiente conferencia. Lo mejor de la vida eterna era que no había necesidad de apresurarse.

* * *

El príncipe Alfonso era ahora conocido como el "General de Brigada". Se puso al frente de su caballería y contempló la punta de lanza de las tropas moras en medio de los vientos arenosos de la vanguardia de los cruzados.

Más de 2.000 soldados de caballería pesada se alineaban en ordenadas filas.

—General de Brigada, nos han dicho que estemos a la espera unos treinta minutos más —informó un caballero con casco negro.

—Hmm.

Todos los caballeros de Alfonso vestían armadura negra, pero llevaban diferentes pertrechos de combate. Esto se debía a que el príncipe Alfonso aceptaba como hombres suyos a todo tipo de personas. Algunos del norte del continente central iban vestidos con armaduras de cuerpo entero, y algunos del sur llevaban muchos accesorios y piezas.

Por ello, el Príncipe decidió unificar a sus hombres pintando sus cascos y armaduras de negro para distinguir a su ejército en el campo de batalla. La caballería de los cascos negros consiguió destacados logros militares. Esa fue probablemente la razón por la que el príncipe Alfonso de Carlo era llamado con más frecuencia por su apodo -Alfonso Casco Nero- (Alfonso de Casco Negro).

—Cuando avancemos, atacaremos el hueco entre las líneas seis y ocho —Alfonso guió a sus caballeros—. Todos los hombres llevan el mismo equipo militar, pero los de la vanguardia y los de la retaguardia son de razas diferentes. Las tropas de retaguardia son probablemente prisioneros o rendidos.

Al principio, Alfonso había ganado fama por su poder impertérrito. Y la mayoría pensaba que su poder de combate personal superaba a las fuerzas estratégicas. Sin embargo, incluso empezó a mostrar talentos militares excepcionales tras recibir los fondos de guerra, lo que permitió mejorar la fuerza militar, el equipo de batalla y la movilidad.

Por envidia, otras tropas los condenaron, diciendo que eran fuertes pero ignorantes como animales salvajes. Pero acabaron callándose al presenciar una serie de victorias. Cuando sus tropas se fortalecieron lo suficiente como para constituir una brigada, Alfonso se convirtió en el comandante más temido del Imperio Moro.

—Por favor, dile a todo mi batallón que vaya a por ese hueco —ordenó Alfonso.

—¡Sí, sí, General de Brigada!

La bandera negra de Alfonso ondeaba con los vientos arenosos del desierto. Ya no usaba la bandera de la familia real de Carlo con hojas de laurel y ciervos, sino su bandera negra.

Nunca en la historia existieron una bandera y una brigada semejantes.

La batalla de hoy tenía como objetivo recuperar la Tierra Santa de "Al-Rummani", como la llamaban los residentes locales. En la vida anterior, esta guerra marcó el inicio de las derrotas decisivas de los terceros cruzados.

Para los jesarcas del continente central, este lugar eran las ruinas del "Monasterio de Granata" el famoso lugar donde el Comandante Supremo y Corazón de León Guillaume descansaba en paz eterna. En la vida anterior, los terceros cruzados tenían pocas tropas montadas, por lo que atacaron el monasterio principalmente con soldados a pie y sufrieron grandes daños en el camino cuesta arriba. Pero hoy, los terceros cruzados contaban con Alfonso y su ejército de cascos negros. Habían elegido un campo de batalla llano y, afortunadamente, el Imperio Moro respondió y contraatacó en las llanuras.

De pie en un campo de batalla diferente al de la vida anterior, el Príncipe Alfonso levantó la moral de sus subordinados. 

—¡¡¡Reclamemos el Monasterio de Granata y recuperemos el cuerpo de Guillaume Corazón de León!!!

—¡Ahhhhhh! —gritaron sus tropas.

La voz de Alfonso resonó en todo el campo de batalla. 

—Todo lo que necesitamos es conquistar ese lugar. Entonces, ¡servirá como cabeza de puente para apuntar a la Antigua Ciudad Jesarche en las tierras altas!

—¡Arghhhhhh-!

—¡La victoria será nuestra!

—¡Ahhhhhh!

Los caballeros enloquecieron y golpearon sus escudos con las espadas.

Originalmente, la batalla de hoy había acabado en derrota total, y el Gran Duque Juldenburg se había desviado de la línea de batalla, había resultado herido y había muerto. Y los terceros cruzados estaban destinados a regresar con las manos vacías y sin ganancias.

Pero los terceros cruzados contaban ahora con ayuda extra: el ejército de los cascos negros y el poderoso Alfonso Casco Nero.

Y la palabra "derrota" no estaba en el diccionario de Alfonso.

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